La meditación somática es una práctica de autoconocimiento que integra la atención mental con la sabiduría del cuerpo. A través de tres elementos fundamentales - soledad (espacio personal), quietud (calma física) y silencio (pausa mental) - nos permite acceder a la inteligencia innata del cuerpo. En lugar de buscar controlar la mente, esta práctica nos invita a sumergirnos en las sensaciones corporales como puerta de entrada a un estado de consciencia más profundo.
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